Nuestros huéspedes

Los que ya hicieron su viaje musical a Rusia

El primero en venir a Rusia a invitación del coro “Pokroff” fue el Coro religioso “Cäcilienverein” de Ufficon (cantón de Lucerna). 26 cantantes visitaron los lugares de interés en Moscú y sus suburbios, hicieron un viaje a Serguiev Posad, tomaron parte en el Festival de las Artes “Zveni, Zvenigorod” junto al Coro de cámara “Pokroff” y otros conjuntos de Moscú y de la región de Moscú.

El siguiente conjunto que hizo “Viaje de los coros a Rusia” fue el Coro masculino “Chor dils Larischs” de la ciudad de Chur (cantón de Graubünden). Los colegas visitaron lugares moscovitas de interés, presenciaron la fascinante ceremonia de cambio de guardia de centinelas de pie y a caballo en la Plaza Sobornaya del Kremlin, hicieron una excursión al Metropolitano de Moscú, el más hermoso del mundo.

Especialmente para nuestros huéspedes el profesor del Conservatorio V.A.Novikov llevó a cabo la excursión al Conservatorio “Chaikovski” de Moscú que es el “alma-mater” de los grandes músicos rusos. El coro de Chur salió a las tablas de la Sala Grande del Conservatorio y además cantó en la clase donde en cierta época daba clases Piotr Ilich Chaikovski y más tarde estudiaba Serguéi Rajmáninov.

Los amantes de la ópera asistieron a la ópera “La Traviata” de Verdi en el Teatro Musical de Stanislavsky y Nemirovich-Danchenko. En la Catedral de la Ascensión de Zvenigorod el Coro de Cámara “Pokroff” les demostró a sus colegas el canto “a voz” (sin notas, solo con el texto) característico al cristianismo oriental y luego el “Chor dils Larischs” interpretó la famosa composición de Nikolai Kedrov “Bab nos” (“Padrenuestro”) en reto-romano.

“Chor dils Larischs” fue invitado a la Fiesta coral “Rodnye golosa” en calidad de invitados especiales. Interpretó los cantos espirituales, canciones populares suizas. El coro suizo bajo la dirección de Matias Müller recibió un diploma conmemorativo por haber participado en la fiesta y la ovación del público entusiasmado.

Los músicos visitaron también el Monasterio de Savva Storoyev, donde subieron al campanario con una de las más grandes campanas en Europa, y las cámaras de boyardos. En la iglesia del reverendísimo Savva Storoyev un monje les contó sobre la vida del santo y sobre la historia de la iglesia. Luego para el coro fue organizada una fiesta popular al estilo ruso: con canciones, corros y la antigua hidromiel caliente rusa, análogo del ponche de vino.